martes, 30 de agosto de 2016

Doce años

J.M. Barrie decía que doce años eran la edad perfecta para un niño. Kiyoaki ha cumplido doce años hace unos días. ¿No es MAZO RARO pensar que si fuera mi hijo de verdad ya tendría uso de razón y estaría a punto de empezar a darme problemas con la pubertad y todo eso? O_o

Bueno, como elegí [y cuando digo que lo elegí quiero decir que ello me eligió a mí] el estilo de vida de la solterona friki que tiene niños artificiales en lugar de hijos de verdad, puedo darme el lujo de decidir que seguramente Kiyoaki-el-personaje ya no va a cumplir más años y, siguiendo los consejos de Barrie, se quedará con doce el resto de su vida. Recuerdo que cuando me llegó decidí que tenía diez, un poco porque me parecía más pequeño que ahora (en serio XD) y otro poco porque quería que pudiera "crecer". Pues hala, ya ha crecido.

Los cumpleaños de Kiyoaki siempre me ponen nostálgica por los primeros tiempos de mi descubrimiento del hobby y de los muñecos que ahora son de estilo "clásico". Los aniversarios de los demás muñecos no los celebro tanto, pero Aki-kun fue mi primer BJD, compartimos cumpleaños (me lo compré para mi propio cumpleaños) y viví su llegada con mucha intensidad. Nunca había visto un BJD en persona antes y esas cosas que decimos siempre las abuelas cebolletas (¡Antes todo esto era campo y comprar muñecos era difícil y mágico!!1!!1! XD).

Para este cumpleños tan especialmente especial he editado unas fotos que hice hace ya un par de primaveras y que creo que son de las más bonitas que me han salido de Kiyo en todos estos años. Estaba guardándolas para editarlas y mostrarlas en un momento que lo mereciera (bueno, eso y que me daba pereza, como siempre). Llevan este efecto lavanda.





Cuando las hacía me parecía que estaba muy mono, pero MUY mono, que era lo más mono del mundo. Ya sabéis, ese momento de deslumbramiento que se tiene con los muñecos a veces. Ahora, al editarlas, todo volvía a estar en su sitio y he visto que no es el muñeco más bonito, que tiene sus ángulos mejores y peores, y de hecho sigo sin estar segura de si no respondería un rotundo NO a la Navaja de Apo ("¿me lo volvería a comprar?")... pero la diferencia es que la Navaja de Apo ya no me la planteo con respecto a él. He tenido muchas crisis con este molde, pero a estas alturas, ¿cómo voy a pensar en otro aspecto para mi primogénito? De todos mis muñecos, él es sin duda en el que más se confunden cáscara y personaje. Me gusta que sea un muñeco del estilo del que hablaba antes, un cabezón de Volks de los del año catapún, me sigue pareciendo muy entrañable y estoy muy contenta con él.





Por cierto, por mi/su/nuestros cumpleaños no le he comprado nada, ni a él ni a ninguno de los otros. Solo un par de cosas para el pequeño Pure Neemo. Más tonta yo, que tendría que aprovechar sistemáticamente los cumpleaños para ir completando wishlist (o llamémosla "needlist"), pero este verano he gastado mucho en las vacaciones y no he querido echar el resto en auto-regalos.

Y, en fin, esta es la entrada de agosto y tiene el agridulce sabor de la rentrée. Ánimo a todo el mundo con el retorno a los trabajos, estudios, rutinas. Intento convencerme a mí misma de que la vida se puede seguir disfrutando aunque se hayan acabado las vacaciones... pero la verdad, qué bajón T.T